BRECHA DIGITAL:
La brecha digital en educación impide que miles de niñas, niños y jóvenes reciban la educación de calidad que merecen. La falta de dispositivos tecnológicos y de acceso a Internet son algunas de las barreras latentes.
¿Qué implica la brecha digital?
La brecha digital educativa afecta principalmente a niñas y jóvenes, a menores de edad de zonas rurales y a las personas en situación de pobreza, a la vez que vulnera directamente su derecho a una educación inclusiva y de calidad. Datos de Unicef indican que mientras que las tres cuartas partes de estudiantes de las escuelas privadas pueden acceder a la educación a distancia, solo la mitad de quienes asisten a las escuelas públicas pueden hacerlo.
Las desigualdades educativas son sumamente peligrosas, pues las personas que no cuentan con educación básica tienen más probabilidades de conseguir empleos informales con ingresos mínimos. Asimismo, cuando se interrumpen los estudios se incrementan los niveles de pobreza, se aumenta la posibilidad de sufrir violencia y se eleva el riesgo de embarazo adolescente.
La brecha digital implica aspectos como la falta de dispositivos tecnológicos para acceder a las clases, la escasa o nula conexión a Internet y la alfabetización digital. ¿Cuál es la situación peruana en estos ámbitos? Durante el primer trimestre del 2021, en Lima Metropolitana el 50,2 % de hogares tenía al menos una computadora y el 63,3 % contaba con el servicio de Internet. En el área rural la brecha era mayor: solo el 7,2 % de hogares tenía por lo menos una computadora y solo el 13,2 % tenía Internet, según reportes del INEI.
Si hablamos de alfabetización digital, tenemos otro problema porque en el país el 55% de docentes no posee habilidades para el uso de las Tecnologías de la Información y Comunicación (TIC) en el aula. A esto hay que sumarle que, hasta antes de la pandemia, el 60 % de las instituciones educativas peruanas no tenía equipamiento tecnológico adecuado y el 79 % no contaba con acceso a Internet, según el Ministerio de Educación.