LA AUTORREGULACIÓN
¿Qué es la autorregulación?
La autorregulación es la habilidad de un
niño para controlar su comportamiento. Se
desarrolla con el tiempo, e involucra muchos
aspectos del desarrollo social, emocional y
cognitivo. La autorregulación puede también
ser considerada como la integración exitosa
de la emoción (lo que siente un niño) y la
percepción (lo que el niño sabe o puede hacer)
que da como resultado un comportamiento
apropiado.
La autorregulación no se relaciona con la inteligencia. Los factores que ayudan a conformar lo bien que puede un niño autorregularse son:
EDAD: La autorregulación se desarrolla a medida que los niños crecen.
BIOLOGÍA: El temperamento de su niño y la forma de responder a situaciones estresantes afecta cómo y cuándo llegue a desarrollar la autorregulación.
RELACIONES: Su interacción con su niño, incluyendo la manera de adaptarse a su temperamento y responder a sus necesidades, afecta la forma de aprendizaje de la autorregulación.
PERCEPCIÓN: Usar el lenguaje (especialmente nombrar las emociones) ayuda a desarrollar la autorregulación y sienta las bases para el aprendizaje futuro del niño.
Por qué es importante la autorregulación
La autorregulación parece ayudar a los niños a resolver problemas y desarrollar estrategias de afrontamiento.La autorregulación incluye la habilidad de enfocarse y de controlar los impulsos, mientras más pronto pueda una niña autorregularse, más pronto estará preparada para la escuela, donde el éxito académico y social requiere de pensar por sí misma y satisfacer las expectativas de los demás.
Los niños que no aprenden a autorregularse por lo general tienen más dificultad en la transición a la escuela.
Estar “listo para el kínder” significa saber las letras, los colores, y los números, pero también significa poder permanecer quieto durante la hora del círculo y llevarse bien con los demás.
Qué esperar, y cuándo:
LA INFANCIA: Auto calmarse.Es critico entender que hasta que su bebé cumpla por lo menos seis meses de edad, depende completamente de los proveedores de cuidado para manejar su estrés – él no tiene la habilidad para autorregularse. Es por eso que decimos “usted no puede echar a perder a un niño” y que usted necesita responder a las señales de su bebé rápidamente y de forma consistente.
Los infantes dependen de los proveedores de cuidado para responder a sus señales y satisfacer sus necesidades de alimento, dormir, consuelo e interacción.
Durante el primer año, los bebés aprenden lo que se siente satisfacer sus necesidades, y gradualmente aprenden a crear ese sentimiento (conocido como “autocalmarse”) con menos ayuda por parte de usted.
A través del proceso de maduración, el bebé aprende formas para calmarse por sí solo cuando está molesto.
LA NIÑEZ TEMPRANA: El manejo de las emociones.
Durante la etapa de niño pequeño, los niños aprenden más sobre los sentimientos, y empiezan a conectar situaciones con emociones.
Este es un periodo difícil, aunque importante, del crecimiento de los niños. A menudo llenos de manifestaciones de extremos emocionales (que van desde el entusiasmo hasta la frustración).
A medida que la autorregulación y las habilidades de lenguaje se desarrollan, sus berrinches y arrebatos emocionales a menudo se vuelven más manejables y surgen con menos frecuencia.
LOS AÑOS PREESCOLARES: Las emociones en un contexto social.
Entre las edades de 3 a 5, los niños empiezan a entender las relaciones entre sus sentimientos y su comportamiento.
Esto significa que durante estos años, es crítico para los padres y los proveedores de cuidado ayudar a los niños a identificar e implementar las estrategias de autorregulación, como la práctica de esperar y nombrar las emociones.
Para los padres de los niños en edad preescolar, esto involucra el establecimiento de límites y expectativas del comportamiento.
Los niños de edad preescolar tienen mayor control sobre sus impulsos, y empiezan a pensar antes de actuar.
Lo que pueden hacer los padres
PARA TODOS LOS NIÑOS:Proporcione estructura y predictibilidad.
Modele el autocontrol y la autorregulación en sus palabras y acciones cuando se sienta frustrada, molesta, o entusiasmada.
Busque ayuda. Si su niña se está esforzando por manejar sus emociones o comportamiento, la identificación temprana e intervención pueden apoyar a ambos usted y su niña en el desarrollo de estas habilidades importantes.
PARA LOS INFANTES:
Sea responsiva a las necesidades de su bebé, como el hambre o cansancio. Cuando su bebé llora, recójalo.
Busque las señales de estimulación excesiva como volver la cabeza o arquear la espalda; cuando surjan, dé un descanso a su bebé y reduzca la cantidad de estimulación.
PARA LOS NIŇOS PEQUEŇOS O DE EDAD PREESCOLAR:
Encuentre maneras de decir sí en lugar de no. Por ejemplo, “Puedes golpear esta olla con una cuchara” en lugar de “No golpees el vaso en la mesa”.
Dígales lo que es posible en lugar de lo que no es. Por ejemplo, diga “Camina por favor” en lugar de “No corras”.
Nombre las emociones, usando palabras como feliz, triste, avergonzado, y orgulloso para describir cómo se siente.
Anticipe las transiciones y anuncie por anticipado los cambios en las rutinas cotidianas normales.
Ofrezca oportunidades para la creatividad y el juego.
Participe. Anticipe el comportamiento inapropiado y rediríjalo.
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