El nuevo rol del
docente virtual
"El cambio, es la única constante".
"La virtualidad nos permite hoy llegar a nuevos estudiantes, con
nuevos gustos e intereses, y como docentes no podemos relegarnos ante ello. La
exigencia que se nos presenta es entonces, explorar las nuevas posibilidades
que permite la educación asistida en red, experiencia que desde mi vivencia ha
enriquecido la manera de ver el mundo, la cultura y la sociedad y me lleva a
reflexionar sobre la gran responsabilidad que hoy tengo ante mis alumnos en su
proceso formativo y la sociedad en mi rol de docente virtual.
Una nueva realidad en el entorno de la tecnología y las comunicaciones, con
un avance significativo en la hipercomunicación, la multimedialidad, los
equipos y software, tecnologías inalámbricas, redes de banda ancha y demás,
hace que los miembros de una sociedad, utilicen nuevas formas de aprendizaje,
donde el rol como estudiante cambia, al igual que su entorno.
El mismo rol tradicional del docente es superado por nuevas exigencias en
cuanto a esquemas formativos, situación que preocupa a más docentes, que ven
como los nuevos retos y requerimientos de una nueva sociedad, exigen nuevas
capacidades y conocimientos por parte de los profesores o de quien haga su
parte en el aula de clase. La situación actual es dinámica y variada. Es común
encontrar una tendencia marcada por parte de las universidades, buscando
innovar en sus modelos pedagógicos y la mejor manera para lograrlo es ofertando
programas con el apoyo de las nuevas tecnologías de la información y las
comunicaciones, los cuales han tenido en los últimos 15 años un auge creciente,
geométrico y constante. Tal situación lleva a los directivos de las instituciones
de educación superior a romper mitos y esquemas anquilosados por siglos de
estancamiento en la manera de seguir una clase y obviamente conlleva al
planteamiento de algunas de las siguientes inquietudes: ¿están preparados los
docentes universitarios para afrontar el reto?, ¿cómo responderán los
estudiantes a nuevos modelos pedagógicos?, ¿está en capacidad el docente para
aceptar un nuevo esquema, donde su rol protagónico cambia, por el papel estelar
del alumno?; ¿se está preparado tecnológicamente para afrontar esta nueva
realidad?, son éstos algunos de las cuestionamientos que más aquejan al cuerpo
directivo y docente de una institución de educación superior y que impiden en
gran medida dar el salto que se requiere para afrontar el reto de la virtualidad
e incorporarlo como mediador del proceso enseñanza aprendizaje.
Es importante considerar la importancia que tienen los directivos en el
rompimiento de los diferentes modelos mentales que se requieren para iniciar un
proceso de transformación cultural; si los directivos tienen plasmado en su
mente el cambio, será mucho más sencillo irradiar esa mentalidad entre los
docentes que hasta el momento han sido presenciales, sintiendo estos un mayor
respaldo y seguridad.
En consecuencia, el salto a la virtualidad no puede asumirse como un
experimento social, debe considerarse la relevancia del mismo y su permanencia
en el tiempo, pues desde la experiencia, el crecimiento es tan rápido y a tan
corto plazo, que es muy perjudicial echar marcha atrás.
Los profesores ante esta nueva realidad, deben ser capaces de acomodarse a
constantes cambios, la gran mayoría de ellos con un gran impacto a nivel
personal como laboral. El rol del docente necesariamente cambia ante esta nueva
realidad, ya el papel del profesor que enseña, es cambiado por el papel de un
profesor que facilita el aprendizaje del alumno, y este reto que plantean estas
nuevas metodologías de aprendizaje, exigen por parte del docente un conjunto de
competencias y habilidades necesarias para afrontar el fuerte cambio de
escenario en el que se desarrollan los nuevos procesos formativos apoyados en
las tics.
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